viernes, 4 de septiembre de 2015

Hablan de crisis humanitaria, Yo pienso en deshumanización.

Una amiga me digo hace poco que...


"Si todos los caminos llevan a Roma, ¿Cómo se sale de Roma? A veces, pensamos demasiado y sentimos muy poco. Mi aitona siempre decía, que si alguien quiere seriamente formar parte de tu vida, hará lo imposible por estar en ella. 

Aunque en cierto modo, perdamos entre pantallas el valor de las miradas, olvidando que cuando alguien nos dedica su tiempo, nos está regalando lo único que no recuperará jamás. 

Y es que la vida son momentos, ¿sabes? Y ahora estoy aquí, y mañana... Mañana no lo sé. Así que quería decirte que si alguna vez quieres algo, si quieres algo de verdad, ve por ello sin mirar atrás. Mirando al miedo de frente y a los ojos. Entregándolo todo y dando el alma. Sacando al niño que llevas dentro. Ese que cree en los imposibles y que daría la luna por tocar una estrella. 

Así que no sé que será de mi mañana, pero este sol siempre va a ser el mismo que el tuyo. Que los amigos son la familia que elegimos.

Y yo te elijo a ti, te elijo a ti por ser dueño de las arrugas que tendré en los labios de vieja. Y apuesto fuerte por todos estos años a tu lado. 



Por las noches en vela, las fiestas, las risas, los secretos y los amores del pasado. Tus abrazos, así por que si, sin venir a cuento, ni tener por qué celebrar algo. 

Y es que en este tiempo me he dado cuenta de que los pequeños detalles son los que hacen las grandes cosas. Y que tú has hecho infinito mi límite.

Así que te doy las gracias por ser la única persona capaz de hacerme llorar riendo. Por aparecer en mi vida con esa sonrisa loca, por ese brillo en los ojos capaz de pelear contra un millón de tsunamis. 

Así que no, no sé dónde estaremos dentro de diez años. Ni sé cómo se sale de Roma. No te puedo asegurar nada. Pero te prometo, que pase lo que pase, estés dónde estés, voy a acordarme de ti toda la vida. 

Y por eso, mi luna va a estar siempre contigo. Porque tú me enseñaste a vivir cada día como el primer día del resto de mi vida. 

Y eso, eso... No lo voy a olvidar nunca". 

 




....

Yo a ti, Aitona, tampoco te voy a olvidar nunca. Hoy deberíamos estar celebrando, pero callamos. Sufrimos en silencio. Pensamos. Y sobre todo recordamos. Te fuiste cuando tocaba, pero nunca es buen momento, ¿eh? Aquí seguimos cuidando de todos, aunque el mundo está un poco loco.

Hablan de crisis humanitaria.
Pero yo creo que las personas cada vez están más deshumanizadas. 

Simplemente seguimos mirando hacía adelante. Intentando construir nuestro futuro. Conseguir nuestro objetivo. Porque aquí nadie te lo pone fácil. 

El mundo ahora mismo es sufrimiento, guerra, muerte, peleas. Polvo. O así lo resumen.

No lo tengo muy claro. Yo sigo tu consejo. Escribo hasta que se me agotan los dedos. Hasta que mi cabeza no puede más. Pero sigo. Me ayuda a evadirme, a volar. A salir de la realidad aunque sea por unos minutos.

Luego vuelvo. Siento. Y vivo. 

Gracias a ti, por tus enormes consejos. Por tu mirada segura, tu seguridad y tus ganas de vivir. Hasta que la vida no quiso más. Nos quedamos con tus pinturas, tus trazos y tus pensamientos. Nos quedamos con tus escritos. En definitiva, nos quedamos contigo. 


On ne peut pas perdre si on ne joue pas.

miércoles, 2 de septiembre de 2015

La subida de TU VIDA.



Lo dijiste. Justo ayer, de tarde.

« Yo siempre digo que no hay que retroceder ni para coger carrerilla ».

Es una frase. Simple.Pero cargada de sentido. Con mucho sentimiento. Y veraz.

No sé si naciste o te hiciste. Si fue desde que alumbraste el mundo, o ha sido la vida simplemente. Si ha sido la vida la que, empujada por tus ganas de aprender, de esforzarte, de vivir, la que te ha llevado hasta dónde estás ahora mismo.




Debatíamos hace poco si es lo mismo hacer cima que subir la cima. Y sigo pensando que no. Mírate. Tú has subido muchísimas veces, haciendo las paradas reglamentarias. Las que te pedía el cuerpo. La mente. O el corazón.


Has sabido darte cuenta cuando dabas un paso en falso. Cuando no era lo que querías. Ni lo que buscabas. Parabas. Pensabas. Y en menos de lo que pensabamos todos, estabas de nuevo en marcha.


Con miles de ideas rondando. Miles de objetivos por cumplir. De metas por alcanzar. Pero nunca echando marcha atrás. Sino siempre un paso por delante de la vida, sin miedo. Pero si con curiosidad. Y ha salido bien Muy bien. Pero también mal.

Sin embargo, has vuelto otra vez más rápido de lo que hubiesemos tardado cualquiera de nosotros. Porque eso de ser el primero es para ti.


Te has parado a pensar, alguna vez, ¿en todo lo que has conseguido? Con tus propias manos, y mucha ayuda, no quitemos méritos a quiénes más se lo merecen. Nosotros, cuando hablamos de tí, es desde la admiración total y absoluta. Desde el orgullo más leal.



 Desde la realidad, sobre todo. La de un joven amante, y amante sobre todo del motor, con un millón de ganas en la vida. Con adrenalina en cada minuto, y temple en cada subida. Con una concentración absoluta, pero también un agradecimiento hacía nosotros, los que intentamos, en cada momento, estar a tu lado para hacer aún más real tu sueño. 

TU VIDA.


Estamos a tu lado para que consigas lo que mereces. Porque a nosotros no nos puede hacer más ilusión si cabe. Ese premio, en Alisas, tan inesperado, fue un chute de energía y emoción para tí. Pero no te imaginas cuánto para nosotros.


Son simples gestos, miradas complices, sonrisas medio escondidas, pulsaciones a mil. Un corazón que no nos entra en el pecho, un esfuerzo que siempre merece la pena, pero esta vez, esta vez si. Un premio compartido. En sentimientos. Ilusiones. Y alegrías.


Cierro los ojos. Y te imagino. Con la mente trabajando al máximo. En lo más profundo de tí, tus curvas. El paisaje. El ruido del motor. Las manos en el volante. Los dedos bailando sobre el redondeo. Esperando. Los ojos clavados al frente. Mirada oscura entre tanto verde. Te toca. Respiración a mil. Pulsaciones que se salen del cuerpo. Latidos que se oyen desde fuera. El ruido. El increíble y precioso ruido del motor. 

A D R E N A L I N A. 

En estado puro. La gente. El público. Tu gente. Brazos que se agitan. Manos que piden más. El clamor. Más ruido. Y fium. Es un segundo. Lo que nuestra retina retiene. Lo que se tarda en volver a escuchar el silencio absoluto. El clic de la cámara. Pero nosotros, seguimos ahí. Subimos contigo. Te sentimos. Nos sientes. Y llegas.


Alcanzaste la cima. Hiciste cima. Pero desde que naciste. Desde que te diste cuenta de que no iba a ser fácil. Desde que entendiste que tu esfuerzo era primordial en la subida. Y que el apoyo de los tuyos era el motor que te hacía falta


Para cuando fallen otros sistemas nerviosos. Para cuando no creamos en otras posibilidades. Para evitar siempre dar un paso atrás.

No nos hemos cansado, y queremos más. Otro año más, vamos a demostrar que vinimos para quedarnos. Para hacer ruido. Del bueno. Para pasar buenos momentos. Grabar increíbles recuerdos. Coleccionar momentos mágicos. Y seguir sumando.


Cuánto más sumemos, mejor. Cuánto más trabajemos, mejor subiremos.


Tus años son las etapas de la subida de tu vida. Y como ves, aún queda por hacer. Estaremos contigo para repostar, no lo dudes.



Para celebrar lo bueno. Y aprender de lo malo. Para seguir sumando pasos. Y alcanzar la cima. Pero que no sea ya.

Que queremos disfrutar de ti, de nuestros momentos, otro año más.




Te queremos, campeón.




-.... Y después de dos años desaparecida de este blog, quiero intentar volver. Nunca he dejado de escribir. Mi mente y mi libreta están más llenas que nunca. Rebosan de letras, sueños e ilusiones.

Pero la vida te acelera. Y cuando tienes que parar, STOP. Volveré, aún que no tengo claro el ritmo que llevaré. Los cambios te descolocan. Te marean y te desorientan.

Pero también te aprenden y te hacen más fuerte.
Y así vuelvo.

En primer lugar, agradeciendo a mi hermano sus 29 años de vida, 25 de absoluta felicidad para mi. Y para muchos más.